El movimiento
nació en Cuernavaca, Morelos, en diciembre de 1986. Fundado por un
grupo de laicos coordinados por Marco Adame. Su fundación es el
resultado de una necesidad advertida por sus fundadores, tras mas de
diez años de experiencia en el apostolado de la juventud.
Durante ese
tiempo, ellos trabajaron en el campo de las misiones juveniles y con
jóvenes de secundarias y preparatorias oficiales y particulares; en
especial, asesoraron y desarrollaron los programas juveniles de la
federación de escuelas particulares del estado de Morelos.
Durante ese
tiempo, ellos trabajaron en el campo de las misiones juveniles y con
jóvenes de secundarias y preparatorias oficiales y particulares; en
especial, asesoraron y desarrollaron los programas juveniles de la
federación de escuelas particulares del estado de Morelos.
El cambio de
residencia de algunos de sus iniciadores y el contacto con educadores
de extraordinario celo apostólico que nos ha permitido la
confederación nacional de escuelas particulares en sus eventos
nacionales, ha permitido que el movimiento se extienda rápidamente a
otras entidades del país. Particularmente Acapulco, Chilpancingo,
Toluca, Puebla, Distrito Federal, Michoacán, Querétaro y Monterrey. A
partir de estas plazas, posteriormente se inicia la fundación en
Veracruz, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí,
Guanajuato, Yucatán, Tijuana y Oaxaca.
Los criterios
fundamentales que motivaron su fundación fueron:
El llamado
especialísimo que la iglesia hace a los laicos en estos momentos de
la historia.
La enérgica
convocatoria de S.S. Juan Pablo II a la juventud del mundo entero,
para participar en la evangelización.
El deseo de
colaborar con nuestros pastores, como laicos, en la reevangelización
de nuestra patria y en la construcción de la civilización del amor
en México.
La proximidad
del V centenario de la evangelización de América latina.